HAPPY TOBASKI/ TABASKI/ EID AL-ADHA!
Así empezó nuestra
tercera y última semana en Ragusa. Este lunes, los musulmanes celebraban una de
sus fiestas más importantes, equivalente a nuestra Navidad. Cuando llegamos al
centro de acogida, reinaba la nostalgia. Todos extrañaban, más que de
costumbre, sus casas, su cultura, su gente, sus familias… Era lunes y comenzaba
la rutina de siempre, nada especial. ¿Qué podíamos hacer para animarles? Ese
día cobró pleno sentido nuestra misión aquí: ACOGER Y ACOMPAÑAR.
Entre todos,
preparamos un mural para decorar el centro y sentirlo como un HOGAR.
Compartimos historias sobre nuestros países y la forma de celebrar las fechas
importantes y los voluntarios improvisamos algo especial para comer. Poco a
poco, fueron subiendo los ánimos.
Más que otros días,
agradecieron que hayamos venido desde nuestros países, simplemente, para estar
con ellos.
Aunque estemos tan
solo semanas, es suficiente para conectar y crear VÍNCULOS.
Hemos compartido
mucho, sobre todo TIEMPO. Algo que los europeos normalmente no tenemos y que
los migrantes y refugiados, tienen en exceso aquí. Muchos acumulan meses o,
incluso, años de viaje esperando encontrar una vida mejor: bien porque huyen de
la guerra, de conflictos políticos y familiares complejos o, simplemente,
porque en su tierra les queda muy poco que perder. El camino hasta aquí es
durísimo y hacer realidad el “sueño europeo” tampoco resulta nada fácil.
Después de tres
semanas, podemos hacer balance de la experiencia. ¿Merece la pena? Sin duda.
A nosotros, los
voluntarios, nos cambia la mirada, el corazón y el entendimiento. Hemos conocido
de primera mano la experiencia de muchos migrantes y refugiados, para entender
por qué vienen a nuestros países. El fenómeno migratorio es complejo, pero a comprenderlo
ayuda el “tú a tú”, poner caras y nombres concretos, compartir historias,
conocimiento y vida. Experiencias como esta, abren horizontes y ensanchan el
alma.
A los “guests”, les
hemos demostrado que queremos acogerles y acompañarles pese a las dificultades del
camino (personales, culturales, políticas…). Que nos importan y que merecen
atención y cariño. Son pequeños gestos cotidianos los que marcan la diferencia:
saludar, charlar, sonreír. Están al alcance de todos y suponen un pequeño-gran
paso hacia la INTEGRACIÓN.
Cada una de las
personas que hemos encontrado aquí ha sabido sacar lo mejor de nosotros y, de
ellos, nos llevamos grandes aprendizajes:
- Fortaleza
- Valentía
- Paciencia
- Capacidad para sobreponerse a las dificultades.
- Fe y confianza en Dios (Inshallah!)
- Alegría
- Generosidad
Tres semanas es
tiempo suficiente para establecer fuertes lazos personales, que no entienden de
tiempo ni de espacio. Solo por eso, merece la pena.
Lucía. R.
(España)
"A veces sentimos que lo que hacemos es tan solo una
gota en el mar, pero el mar sería menos si le faltara esa gota" (Madre
Teresa de Calcuta)
Hemos compartido mucho... 3 semanas en las fronteras juntos! Gracias por el precioso texto Lucía 😃
ReplyDeleteHemos compartido mucho... 3 semanas en las fronteras juntos! Gracias por el precioso texto Lucía 😃
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