Thursday 15 September 2016

HAPPY TOBASKI/ TABASKI/ EID AL-ADHA!

Así empezó nuestra tercera y última semana en Ragusa. Este lunes, los musulmanes celebraban una de sus fiestas más importantes, equivalente a nuestra Navidad. Cuando llegamos al centro de acogida, reinaba la nostalgia. Todos extrañaban, más que de costumbre, sus casas, su cultura, su gente, sus familias… Era lunes y comenzaba la rutina de siempre, nada especial. ¿Qué podíamos hacer para animarles? Ese día cobró pleno sentido nuestra misión aquí: ACOGER Y ACOMPAÑAR.

Entre todos, preparamos un mural para decorar el centro y sentirlo como un HOGAR. Compartimos historias sobre nuestros países y la forma de celebrar las fechas importantes y los voluntarios improvisamos algo especial para comer. Poco a poco, fueron subiendo los ánimos.

Más que otros días, agradecieron que hayamos venido desde nuestros países, simplemente, para estar con ellos.

Aunque estemos tan solo semanas, es suficiente para conectar y crear VÍNCULOS.

Hemos compartido mucho, sobre todo TIEMPO. Algo que los europeos normalmente no tenemos y que los migrantes y refugiados, tienen en exceso aquí. Muchos acumulan meses o, incluso, años de viaje esperando encontrar una vida mejor: bien porque huyen de la guerra, de conflictos políticos y familiares complejos o, simplemente, porque en su tierra les queda muy poco que perder. El camino hasta aquí es durísimo y hacer realidad el “sueño europeo” tampoco resulta nada fácil.

Después de tres semanas, podemos hacer balance de la experiencia. ¿Merece la pena? Sin duda.

A nosotros, los voluntarios, nos cambia la mirada, el corazón y el entendimiento. Hemos conocido de primera mano la experiencia de muchos migrantes y refugiados, para entender por qué vienen a nuestros países. El fenómeno migratorio es complejo, pero a comprenderlo ayuda el “tú a tú”, poner caras y nombres concretos, compartir historias, conocimiento y vida. Experiencias como esta, abren horizontes y ensanchan el alma.

A los “guests”, les hemos demostrado que queremos acogerles y acompañarles pese a las dificultades del camino (personales, culturales, políticas…). Que nos importan y que merecen atención y cariño. Son pequeños gestos cotidianos los que marcan la diferencia: saludar, charlar, sonreír. Están al alcance de todos y suponen un pequeño-gran paso hacia la INTEGRACIÓN.

Cada una de las personas que hemos encontrado aquí ha sabido sacar lo mejor de nosotros y, de ellos, nos llevamos grandes aprendizajes:
  •         Fortaleza
  •         Valentía
  •         Paciencia
  •         Capacidad para sobreponerse a las dificultades.
  •         Fe y confianza en Dios (Inshallah!)
  •         Alegría
  •      Generosidad

Tres semanas es tiempo suficiente para establecer fuertes lazos personales, que no entienden de tiempo ni de espacio. Solo por eso, merece la pena.

Lucía. R.

(España)

"A veces sentimos que lo que hacemos es tan solo una gota en el mar, pero el mar sería menos si le faltara esa gota" (Madre Teresa de Calcuta)



2 comments:

  1. Hemos compartido mucho... 3 semanas en las fronteras juntos! Gracias por el precioso texto Lucía 😃

    ReplyDelete
  2. Hemos compartido mucho... 3 semanas en las fronteras juntos! Gracias por el precioso texto Lucía 😃

    ReplyDelete